Descubra algunas de las ciudades y pueblos menos conocidos de Touraine: Loches, Montrésor, Chinon...
07/01/2025
Touraine se asocia a menudo con sus famosos castillos del Valle del Loira (Chenonceau, Amboise, Villandry...), pero aquí se encuentran muchos otros tesoros, a veces menos conocidos. Entre ellos, Loches, Montrésor y Chinon destacan por su rica historia, su patrimonio arquitectónico y su excepcional entorno natural. En este artículo, le invitamos a descubrir estas pepitas turísticas para unas vacaciones fuera de los caminos trillados.
1. Loches: una Ciudad Real de auténtico encanto
Situada en el sur de Touraine, Loches es una ciudad medieval que ha conservado un patrimonio único. Al pasear por sus calles empedradas, se sumergirá en el corazón de la historia francesa.
A. Un patrimonio histórico notable
- La Cité Royale: Dominada por el Donjon de Loches, esta fortaleza medieval ofrece una vista impresionante de la ciudad y de la campiña circundante. Más arriba, el Logis Royal es testigo de la influencia de Loches durante la época de los Valois.
- La Colegiata de Saint-Ours: Su portal románico y sus dos pirámides octogonales (las dubbes) son una curiosidad arquitectónica de visita obligada.
B. Actividades culturales y al aire libre
- Pasee por el casco antiguo: recorra las estrechas calles y descubra casas con entramado de madera, casas de pueblo y tiendas de artesanía.
- Mercados locales: Cada semana, aproveche los mercados tradicionales para degustar productos locales, como el queso de cabra de Sainte-Maure o el turrón de Tours.
- Senderismo : Los alrededores de Loches están llenos de rutas de senderismo y ciclismo para pasar un día fuera.
2. Montrésor: uno de los "Pueblos más bonitos de Francia
A sólo unos kilómetros de Loches, Montrésor es un pueblo lleno de carácter, clasificado como uno de los "Pueblos más bonitos de Francia". Su nombre, que significa literalmente "mi tesoro", evoca la riqueza de su patrimonio y de su historia.
A. Un entorno pintoresco
- Château de Montrésor: Encaramado sobre un saliente rocoso, este castillo renacentista ofrece unas vistas excepcionales sobre el valle del Indrois. El interior alberga una rica colección de muebles, cuadros y objetos de arte.
- Las orillas del río Indrois: Dé un paseo a lo largo del río para disfrutar del bucólico paisaje. Las casas trogloditas, enclavadas en la roca, añaden un toque único al paisaje.
B. Un ambiente medieval preservado
- Patrimonio religioso: Visite la colegiata de Saint-Jean-Baptiste, monumento gótico del siglo XV que atestigua el pasado esplendor de Montrésor.
- Festivales y eventos: En verano, el pueblo cobra vida con conciertos, exposiciones y visitas guiadas nocturnas. Una oportunidad ideal para (re)descubrir Montrésor bajo una luz diferente.
3. Chinon: tras las huellas de Rabelais y los grandes vinos
Aunque Chinon goza ya de cierto renombre por sus vinos, la ciudad medieval queda a veces eclipsada por los grandes castillos de los alrededores. Sin embargo, Chinon tiene carácter propio y bien merece una visita.
A. La imponente Fortaleza Real
- Una zambullida en la historia: Encaramada sobre un promontorio rocoso, la fortaleza ofrece una vista panorámica sobre la Vienne y la ciudad baja. En particular, fue escenario de encuentros entre Juana de Arco y el Delfín Carlos.
- Visita interactiva: la moderna escenografía permite a los visitantes explorar los distintos edificios, desde el Gran Logis hasta la Torre del Reloj, mediante reconstrucciones y terminales interactivos.
B. El centro de la ciudad y el legado de Rabelais
- El centro histórico: sus calles adoquinadas, sus casas con entramado de madera y sus pequeñas plazas sombreadas le invitan a pasear.
- Gastronomía y enología: Cuna de François Rabelais, Chinon es conocida sobre todo por sus vinos tintos, elaborados principalmente con la uva Cabernet Franc. Una degustación en las bodegas trogloditas es una visita obligada para los amantes de los buenos vinos.
4. Consejos para unas vacaciones exitosas en Touraine "fuera de los caminos trillados
- Organice un circuito personalizado: combine Loches, Montrésor y Chinon en un único itinerario para disfrutar de un fin de semana prolongado. Descubrirá tres ambientes diferentes, entre ciudad real, pueblo medieval y fortaleza histórica.
- Explorar los alrededores: No se limite a los centros urbanos. La campiña de Touraine es rica en rutas de senderismo, bosques, viñedos y ríos ideales para practicar actividades al aire libre.
- Deguste las especialidades locales: pruebe los vinos DOC de Chinon y Touraine, y acompáñelos con queso de cabra o rillons, especialidad regional de charcutería.
- Favorezca la temporada baja: Para disfrutar de mayor tranquilidad y a menudo de precios más bajos, considere la posibilidad de visitar Touraine en primavera u otoño. Los colores de la naturaleza resplandecen y hay menos turistas.
Entre Loches, Montrésor y Chinon, Touraine está repleta de lugares poco conocidos que merecen toda su atención. Lejos de las aglomeraciones de los grandes castillos, estas ciudades y pueblos le sumergirán en un mundo medieval lleno de encanto y autenticidad. Su patrimonio arquitectónico y natural, sus renombrados vinos y su apacible modo de vida hacen de esta región un destino imprescindible para cualquiera que busque alejarse de todo. ¡No espere más para planear su próxima escapada y descubrir los tesoros ocultos de Touraine!
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